sábado, septiembre 27, 2025

Un simple ciudadano

 Soy un simple ciudadano. Desde este lugar escribo esta esquela abierta a quienes tienen cargos políticos.Creo que muchas pueden subsribirla. Será por lo más simple, no digo nada nuevo, nada que no parezca evidente para mucha gente.

Después de 42 años de democracia, en general, queremos cosas simples de este sistema de gobierno. Se pueden decir varias, más, porque siempre depende de donde estamos parados y  no podemos olvidar que hay muchos compatriotas que están parados en la mierda, literalmente. Es lo que se llama deuda de la democracia, aunque no nos guste. 

Pero simplificando o poniéndolo en términos más directos, podemos dar algunso ejemplos de lo que queremos. Sin un orden específico enumero: 

a- que los discursos no vayan en contra de la idea de democracia jamás. O sea que lo importante es lo que hace en concreto y no denostar lo malo de los demás. Por eso, deberían comprender que los slogans políticos no pueden ser sólo un ejemplo más de pura cháchara (soy de esa época), sino que expongan lo concreto. 

b- No queremos más que existan mentiras a la luz del día, aunque sean “legales” (así llaman a su accionar los que tienen poder, cuando hacen algo incorrecto desde la ética) y, si, me estoy refiriendo a las testimoniales o la reelección ilimitada. Un sistema que tolera las testimoniales es un sistema que se basa en mentir esta bien, porque me conviene. El pueblo no importa, no sabe lo que es mejor, parecen decirles las testimonailes. No las tolero porque no puedo creer que habiendo tanta gente de bien, un partido no puedan encontrar una persona que sea capaz de ser representante de ese partido en sus ideas necesarias, y que sólo puedan utilizar a los que ya tienen un cargo importante. 

c- No queremos que haya beneficios e impunidades exageradas para quien sea, (sobre todo, a lo que se ha dado de llamar “casta”). La riqueza como consecuencia de ser político es algo que, más allá de las declaraciones juradas pulidas, no siempre se entiende desde el llano. T

d- Tampoco queremos, aún menos, la agresión exageradamente agresiva (valga la redundancia aquí) Esa que se hace al otro sólo por ser el otro. Si, en esto también queremos “nunca más” a ningún tipo de violencia como forma de actuar, para que nadie ensucie la memoria de los que ya no están por desidia, inoperancia y crueldad. 

e- Estoy convencido que la corrupción es el mal central de la democracia, porque afecta a los derechos de los más frágiles, los más débiles, los que mas necesitan derechos humanos. Queremos que la lucha contra ella sea activa, permanente, eficaz y con un ritmo más acelerado.

Queremos, en definitiva, lo que dijeron cuando volvió la democracia  hace 42 años: con ella se puede comer (¡Basta de pobreza!), se puede educar (¡Basta de afectar la dignidad docente!), se puede curar (¡Basta de ningunear a la salud y sus trabajadores!) y más. 

Deben ser mejores (¡Basta de evitar los controles! Sin controles la democracia siempre es una dictadura disfrazada). Más democracia, en serio. Argentina la necesita con premura.

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