La
Asociación mundial para la Salud sexual (WAS) entre sus múltiples actividades,
promovió
desde el año 2010 el día de la salud sexual, con la idea de reunir a personas de todo el mundo para promover la salud sexual, los derechos, la justicia y el placer. Cada año el lema sugerido para trabajar es diferente. En este 2025 el lema es: Justicia sexual ¿qué podemos hacer? Una idea (propuesta de trabajo) fundamental en este 2025 donde en muchos lugares se cuestionan ciertos logros de derechos y se implementan políticas que restringen el acceso a los derechos y, sobre todo, a la salud sexual de las personas. Esta suerte de boicot, claramente perjudica la humanidad, porque, insistimos con una obviedad: la sexualidad atraviesa a las personas en su integralidad siempre.
Para pensar en este
slogan, creo fundamental definir
la justicia sexual. He propuesto como definición la siguiente: La justicia
sexual sería “la intencionalidad en la
búsqueda sistemática a nivel discursivo, teórico, legislativo, educativo,
policial y sanitario de enunciados teóricos y acciones para promover defender,
garantizar y concretar los derechos sexuales en todo contexto social y
cultural”.
A partir de comprender la definición –sea esta o la que consideren
adecuada- se puede elaborar las sugerencias de lo que se debería hacer en pos
de conseguirla como meta colectiva, imprescindible y urgente. Presento siete
sugerencias:
1. Comprender la piedra angular del hecho humano: la diversidad es la riqueza de la humanidad, aunque no todos lo comprendan. Reconocerla, potenciar los derechos de todas las personas está en el centro de toda posibilidad de justicia siempre.
2. El consentimiento es central para que haya justicia
sexual. Favorecerlo está al alcance de todos. Un pequeño elemento, pero axial
para la vida cotidiana de las personas. Por eso: Haz lo pequeño para la
justicia: ¡promueve el consentimiento siempre!
3. La educación sexual siempre debe ser non-stop. La
empecemos y nunca la terminemos. La educación sexual a cualquier edad garantiza
mayor justicia sexual, porque una persona educada sexualmente comprende, antes
que nada, que los derechos sexuales son Derechos Humanos y, por lo tanto, su
respeto y la actividad por ellos es innegociable.
4. Los discursos son constructores de realidad al ser una
herramienta de poder. Por ello, se debe comprender –en estas épocas de redes
sociales- que los discursos sobre la sexualidad nunca deben obliterar a los
derechos de la sexualidad. Por esto, seamos cuidadosos con los mensajes de la
sexualidad para no generar la paradoja de generar sesgos cognitivos, fake news
y daño por promover actitudes negativas. Por eso, es importante recordad que nunca
lograremos la justicia sexual sin aplicar un pensamiento crítico que sea activo
y, sobre todo, proactivo. Recordando que el pensamiento crítico verdadero siempre
debe comenzar sobre lo que decimos, porque los discursos son herramientas
valiosas para crear condiciones saludables.
5. En cada lugar debemos reflexionar sobre los criterios
de la justicia sexual que son fundamentales tener, para que sea así, fácil
entenderla para la gente no especializada. La justicia sexual es tan amplia
como la humanidad. Todos estamos vinculados a la necesidad de su existencia
específica y práctica. Por eso comprender que si bien, hay gente que sufre más
injusticias y son prioridad, pero siempre nos toca a todos y a todas. La
justicia sexual es universal, pero en cada lugar hay prioridades.
6. Mensajes sobe la urgencia de servicios de salud sexual
públicos y gratuitos. Para que haya justicia verdadera, la salud sexual no
puede depender de una visión de la sexualidad como cuestión de la riqueza, sino
debe ser abarcadora de toda la población. Por eso, son – deberían ser- una prioridad
la implementación de servicios de salud sexual universales y accesibles.
7.
Señalar la importancia
de las estadísticas de consultas sobre lo sexual (que no incluya lo
reproductivo) para mostrar que lo preventivo si bien es importante no es lo
único en la vida sexual). Mostrar la importancia, poner el nombre que
corresponde, reconocer los problemas y promover soluciones es un camino para
que sepamos que ser sexualmente saludable es algo que nos debemos como personas
y como sociedad.
La WAS
promovió los Derechos sexuales como Derechos Humanos. Implementar esfuerzos
para la justicia sexual no sólo es una continuación lógica, sino una decisión
estratégica para avanzar en las utopías urgentes: Porque buscar la justicia
sexual no es más que el compromiso con lo que sostiene la esperanza humana, nos
merecemos que la dignidad humana, la paz y el placer sean una constante por el
solo hecho de haber nacido en este mundo.
desde el año 2010 el día de la salud sexual, con la idea de reunir a personas de todo el mundo para promover la salud sexual, los derechos, la justicia y el placer. Cada año el lema sugerido para trabajar es diferente. En este 2025 el lema es: Justicia sexual ¿qué podemos hacer? Una idea (propuesta de trabajo) fundamental en este 2025 donde en muchos lugares se cuestionan ciertos logros de derechos y se implementan políticas que restringen el acceso a los derechos y, sobre todo, a la salud sexual de las personas. Esta suerte de boicot, claramente perjudica la humanidad, porque, insistimos con una obviedad: la sexualidad atraviesa a las personas en su integralidad siempre.
1. Comprender la piedra angular del hecho humano: la diversidad es la riqueza de la humanidad, aunque no todos lo comprendan. Reconocerla, potenciar los derechos de todas las personas está en el centro de toda posibilidad de justicia siempre.
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