sábado, octubre 11, 2025

Elogio del fracaso

 Por las pequeñas y obvias circunstancias de dar clases, generar debates y recibir opiniones escucho cosas que me generan estímulos para reflexionar. En ocasiones, eso me sirve para volcarlas en un papel  a las ideas, como una suerte de reacción y un símil de diálogo, porque mis ideas las publico de algún modo y, por ello, son susceptibles de ser contestadas. No son, por lógica humana, una verdad, sino una perspectiva en construcción.

Por ejemplo, hoy me dijeron que no hay que hablar de fracasos cuando una pareja no funciona, porque es como moralizante. Puedo entender la idea que en un proceso terapéutico cuidemos las palabras. En este sentido, en la palabra “fracaso” viene incluido, culturalmente, una carga enorme de responsabilidad que, en la vida cotidiana, la gente puede asumir como culpa, hasta con intencionalidad.

Sin embargo, me pareció –asumo mi interpretación, no lo que dijeron- un ejemplo más de esta exageración de las épocas, donde hay cosas no deben decirse, traducido que no deben usarse ciertas palabras por el efecto que producen. No voy a negar, lo que defiendo siempre, que las palabras tienen un valor, que no siempre le damos. Por eso, obviamente, hay que ser cuidadosos con el uso de las palabras, ya que es un camino siempre que ayuda, empodera y genera bienestar. ¿Entonces, que estoy diciendo?

Qué por más que no usemos las palabras, no quiere decir que evitamos que los demás sienten o puedan sentir lo que no nombramos. En este caso si esas personas usan las palabras, ayudemos a que, luego de hacerlo, puedan resignificarlas o ubicarlas en su lugar adecuado. Fracasar no es un punto final, sino parte del camino, necesario en ciertos procesos y, sobre todo, parte de las posibilidades vitales.

Por ello, vengo con este elogio del fracaso. Un fracaso tiene, según la RAE, los siguientes sinónimos: fiasco, malogro, derrota, chasco, decepción, naufragio. El fracaso es, por lógica, una posibilidad que surge de hacer algo, de navegar, de intentar, de competir, de jugar, de apostar, de tener expectativa, de pensar en esperanza. El fracaso no es más que parte del camino de la vida y cuando pasa, lo lógico es que nos afecte, nos duela, nos entristezca, nos genere una sensación amarga. Eso podemos sentir en nuestro foro interior. Que alguien venga a decirme que no fue fracaso, parece loable, pero no quita la vivencia de tal. Que alguien me diga frente a eso que siento, lo entiendo, te acompaño en el mal trago y aquí estoy para cuando quieras seguir el camino me parece sanador. Sí, eso, sanador, porque nos brinda la posibilidad real que el fracaso que, si existió en ciertos casos, sea parte del pasado y no una mochila del presente. No pretendo con esto hacer “hurras” por el fracaso, sino comprender que la vida real es la que nos pasa con todo lo que nos pasa. Que acompañar a alguien es difícil porque, en ocasiones, hay que poner el pecho a las balas y aceptar que sentirse mal, a veces, es algo que surge y que cuando eso sucede, necesitamos, sobre todo, alguien que nos acompañe, nos permita decir las cosas sin filtro, sentir lo que debemos, podemos o queremos sentir y, con todo eso en el medio, mostrarles que estamos allí, para que cuando esa persona quiere, se puede avanzar.

No vamos a dejar fracasar, por no usar la palabra, no vamos a sentir el fracaso como algo real y doloroso, por no usar la palabra. Entonces, seamos testigos preferenciales y colaboradores eficaces y presentes para que cualquiera haga con su fracaso un aprendizaje, una mejora, un duelo si hace falta, y, luego, sacudirse e intentar nuevamente.



PD: buscando imágenes para ilustrar este texto, encontré muchos textos que hablan del fracaso en el sentido que estoy hablando. No somos originales en las ideas, a veces, sólo logramos decirlas de un modo que llegue a alguna persona más. 

https://revistasantiago.cl/historia/los-contornos-del-fracaso/

https://diariodepaz.com/2017/09/06/lo-que-nos-ensena-el-fracaso-por-que-fracasar-no-es-ser-un-perdedor/

https://www.ruletarusa.mx/historiasrr/reivindicacion-del-fracaso/

Hasta un libro que se llama Glosario del fracaso, editado por Valerio Rocco.

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