
En la primera temporada –la que vi hasta el
momento- todo se reduce a tres cuestiones centrales que aparecen de modo
contundente:
a-
Los estereotipos sexuales siguen
vigentes
b-
La buena voluntad, un poco de
lectura, mucho interés y algo de sentido común son suficientes para ver los
problemas sexuales
c-
El amor siempre será lo que
esperamos, deseamos y buscamos.

Si, entiendo: es una serie pensada para
venderse y para ello debe divertir o funcionar con el púbico. Ni pienso
cuestionar aquí eso. Lo que sí quiero señalar que debemos alertar que es una
serie que funciona como los libros de autoayuda, parece inofensiva y lo será
para la mayoría, pero puede ser negativa y ejercer una influencia nociva para
ciertas personas. Los problemas sexuales no se solucionan ni con estereotipos,
ni con mensajes de paz y amor. La educación sexual no es solo actividades
sexuales donde los conflictos se solucionan con discursos blandos y motivadores
únicamente. La educación sexual no alcanza con tener libros o acceso a
información y estar lleno de buenas intenciones, necesita que sea planificada,
sistemática, con feedback y con responsabilidad directa. Debemos comprender que
la educación sexual y la consulta en salud sexual no es lo que muestra la
película sex education, que, en definitiva, sólo es una nueva serie sobre cómo
la gente busca el amor y el ser amada con una cuota romántica muy clara,
aggiornada a los jóvenes, por ello trata ciertos temas “candentes”. Pero entre
problemáticas como el aborto, la violencia y la homofobia, sirven de marco para
que “Cenicienta está allí” y para que la virginidad real sólo
terminará con el amor verdadero y un largo etcétera de lugares comunes.
Diviértanse con la serie si apetece. Hasta la
pueden usar para dar clases de educación sexual e instalar el tema, pero,
debemos comprender que es fundamental dejar en claro que la vida sexual es un
derecho completo de cada uno y que velar por la salud sexual es utilizar los
recursos mejores de las ciencias para eso.