Sex education parece ser una serie novedosa
que impulsa limites que son necesarios ampliar. Hablar libremente y, encima,
mostrar temáticas sexuales sin dar muchas vueltas, parece justificar que los
que estudian y trabajan con la salud sexual no deban señalar algunas
objeciones. Sin embargo, creo que es sumamente oportuno mostrar algunos
elementos que son muy evidentes. Esto no quita que la serie pueda gustar,
entretener y hasta, en pocos casos, ser útil. Aunque parezca una obviedad,
señalar ciertas cuestiones no invalida todo.
En la primera temporada –la que vi hasta el
momento- todo se reduce a tres cuestiones centrales que aparecen de modo
contundente:
a-
Los estereotipos sexuales siguen
vigentes
b-
La buena voluntad, un poco de
lectura, mucho interés y algo de sentido común son suficientes para ver los
problemas sexuales
c-
El amor siempre será lo que
esperamos, deseamos y buscamos.
De ese modo en base a eso trataremos de
mostrar todo con una trama simple: un adolescente virgen con un trauma sexual
por haber visto como su padre tiene relaciones sexuales con su paciente, se
transforma en un terapeuta sexual por mediación de la chica rebelde que ve en
eso una solución económica para ella. La ventaja del protagonista es que la
madre es terapeuta sexual pero que no consigue hablar con su hijo de esto. Todo
en una escuela secundaria donde están los estereotipos de siempre con varios de
los sexuales obviamente: el amigo homosexual, muy gay (Eric), el macho abusón
que es un homosexual reprimido (Adam), el profesor borracho e inestable que es
simpático y con problemas sexuales, el director que es muy estricto por lo
tanto represor, la madre que es liberal pero busca el amor sin ser capaz de
decirlo, el atleta que es muy buena persona, buen amante, comprensivo pero no
da el target porque no es el indicado, la chica pija que es abusadora y
necesita amigas, las amigas que se tienen que bancar todo hasta que logran
liberarse, la friki que es divertida, el protagonista que es un “pan de dios” ...y
así podemos seguir.
Si, entiendo: es una serie pensada para
venderse y para ello debe divertir o funcionar con el púbico. Ni pienso
cuestionar aquí eso. Lo que sí quiero señalar que debemos alertar que es una
serie que funciona como los libros de autoayuda, parece inofensiva y lo será
para la mayoría, pero puede ser negativa y ejercer una influencia nociva para
ciertas personas. Los problemas sexuales no se solucionan ni con estereotipos,
ni con mensajes de paz y amor. La educación sexual no es solo actividades
sexuales donde los conflictos se solucionan con discursos blandos y motivadores
únicamente. La educación sexual no alcanza con tener libros o acceso a
información y estar lleno de buenas intenciones, necesita que sea planificada,
sistemática, con feedback y con responsabilidad directa. Debemos comprender que
la educación sexual y la consulta en salud sexual no es lo que muestra la
película sex education, que, en definitiva, sólo es una nueva serie sobre cómo
la gente busca el amor y el ser amada con una cuota romántica muy clara,
aggiornada a los jóvenes, por ello trata ciertos temas “candentes”. Pero entre
problemáticas como el aborto, la violencia y la homofobia, sirven de marco para
que “Cenicienta está allí” y para que la virginidad real sólo
terminará con el amor verdadero y un largo etcétera de lugares comunes.
Diviértanse con la serie si apetece. Hasta la
pueden usar para dar clases de educación sexual e instalar el tema, pero,
debemos comprender que es fundamental dejar en claro que la vida sexual es un
derecho completo de cada uno y que velar por la salud sexual es utilizar los
recursos mejores de las ciencias para eso.
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