sábado, marzo 08, 2025

Día Internacional de la mujer

Hoy es el día Internacional de la mujer. 

Ya es muy conocido el hecho que no se un día de festejo por eso, sino de conmemorar los caminos realizados y, también, celebrar ciertos avances. En los caminos que no se terminan, sino que se recorren por sí mismo, es bueno cada cierto tiempo ver de dónde venimos y ver lo que se puede avanzar. Porque eso, en estos casos, implica recordar los sacrificios que se vivieron, las conquistas que, aun siendo completamente lógicas, costaron demasiado sudor, lágrimas y sangre. Conseguir derechos para todas las personas, comprender que el sufrimiento evitable en otro ser humano es una deuda de la humanidad. Aceptar que la igualdad en derechos no es una utopía, sino una necesidad, asumir que en no estamos en el barco de la Meduse, aún, sino en una comunidad global que nos debemos, en la medida de lo posible, hacer lo imprescindible para que vivir sea lo mejor que nos pase a todos. Días como hoy tienen la simplicidad de lo que está en juego: Para TODAS las mujeres y niñas: Derechos. Igualdad. Empoderamiento” (El lema de las Naciones Unidad Mujer para este 2025

 

Para ellas, para cada una de ellas, vaya mi respeto, mi deseo que lo logremos, aquí estoy, intentándolo porque soy humano y nada humano me puede ser ajeno.

 

Francisco Viola

8/3/2025

 

La primera obra es de la artista Aleksandra Exter y se llama "«A Harbour Scene», la segunda obra que elegí es de la brasileña Tarsila do Amaral y se llama «Abaporu» 

Mujeres


He conocido mujeres. Esto es una obviedad de andar por la vida y no un auto elogio. Al haberme cruzado con varias he conocido una gama diversa de personas. Con ellas he interactuado de muchas maneras y varias me han ignorado con precisa decisión. Cuando la charla se ha hecho íntima y amena, con varias de ellas, he escuchado declaraciones de principios, muchas hermosas y heroicas, pero que han sido insostenibles. Sobre todo, cuando han apelado a alguna convicción sobre lo que no querían, porque era demasiado obvio que aún lo estaban buscando. Por eso eran decisiones que duraban lo efímero. Principios que podrían cambiar en la ocasión (todo eso no por ser mujeres, sino por ser seres humanos: nuestra especie no siempre es consistente). Porque lo sé: la incoherencia es sólo una cábala para los humanos.

Lo cierto es que he visto mujeres que participaban de misas con ahínco, minutos después de declararse ateas perdidas. Amantes de las fiestas que no toleraban la noche. Abstemias con alta resistencia al alcohol. Mujeres independientes y autónomas que escondían malamente la desesperación por encontrar quién les pueda mantener su trajín de vida soñada. Mujeres que usaban su rostro como la demostración de museo, gritando sobre lo bello que es lo natural. Las que se pretendían eróticas ocultando la sensible parte donde su belleza era el todo. Las que imploraban por un poco de cariño negándose a aceptarlo cuando lo recibían.

Pero también, como es la humanidad misma, he encontrado mujeres que eran un poema aún no escrito. Mujeres que fueron violentadas sin merecerlo. Jamás se merecen la violencia y punto. Mujeres en las cuales el beso era la travesía eterna que esperamos. Mujeres que al abrazarlas sentías que el mundo era perfecto. Mujeres que con la voz creaban los mundos eróticos donde la inteligencia era toda sensualidad. Mujeres que la piel era la suma de las virtudes. Mujeres con tatuajes como cicatrices y las que a estas las ocultaban con las miradas. Mujeres que valían una misa en París. Ariadnas que todos precisamos. Mujeres que eran las musas que siempre son precisas. Mujeres amazonas dispuestas a compartir el lecho con la generosa dedicación que sólo se tiene cuando comprendes que la vida no es eterna, pero siempre el momento lo puede ser.

 

2/1/2023


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