No eres mi mi madre ni mi hija.
No te deseo para nada; realmente no quiero hablar contigo.
Sé que no te conozco, pero tampoco quiero hacerlo.
No me importa ni un ápice si eres sensible; tampoco me interesa saber si eres más o menos inteligente o capaz que yo o que cualquier de las personas.
No tiene, para mi, ninguna importancia tu historia de vida, ni lo que haces o dejas de hacer. Menos si tiene proyectos geniales o los mismos son malísimos. En este momento me importa nada, absolutamente nada si eres conservadora, liberal, humilde, orgullosa o cualquier cosa.
Me da exactamente igual cualquier cosa que te interese, te guste, desees, busques o lo que fuera.
Sin embargo, deseo con todo mi ser que jamás sufras violencia ni tú ni ninguna mujer.
Ansío que podamos hacer que este mundo sea un poco mejor y sé, sin lugar a dudas, que para ello hay que vivir sin violencia y combatir toda forma de violencia que exista.
Por ti , por mí, por mi hijo y por mi amor. Porque estoy seguro que nunca habrá un mundo bueno para vivir si no logramos erradicar la violencia.
Así que sí, no te conozco pero eso no importa, no pienso en ti, hasta digamos que soy egoísta, si te sirve. Sólo importa una cosa: No quiero otro día, nunca mas, que haya violencia contra ti, mujer.
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