Ver fotos de
viaje de otros, algunas veces, nos hace imaginar. Imaginamos en función de algo
vivido, de algo pensado, de algo leído o, simplemente, nos imaginamos
combinando imposibles a ver que sale. Imaginamos compartir esa escena o pensar
las veces, si tuvimos la suerte, de haber pasado por ello de algún modo.
Imaginamos como realidad antigua o futura o deliramos como opción de pensar en
algo que sabemos imaginario. Saboreamos o lamentamos, también, lo hecho o no
hecho.
En ese proceso,
imaginamos. Imaginar siempre es crear. Crear implica combinar las cosas que
disponemos de una forma que para nosotros es nueva. No necesariamente para los
demás. Pero imaginar siempre es pensar en lo que no existe aunque podamos
imaginar algo que puede ser concretamente real. La imaginación tiene que ver con
lo no tangible. La imaginación tiene que ver con todo eso que está incluido en
el abanico que va desde las utopías morales hasta la más mínima detalle
tangible. No imaginamos algo por será verdad –aunque puede ser que lo
deseemos-, ni imaginamos porque nunca podrá ser verdad –aunque podamos imaginar
seres imaginarios imposibles de existencia. Sólo imaginamos, insisto, lo que no
existe en nuestro aquí y ahora. Luego, en ocasiones, intentaremos darle forma,
siempre con lo materiales que contamos o que podemos contar.
La verdad que
imaginar es una de las formas más humanas que tenemos de abrir senderos para
poder experimentar las sensaciones que deparan los encuentros y las cosas. En
ese proceso, quizás, seamos capaces de hacer realidad los sueños que pudimos
imaginar.
Hace tiempo John
Lennon escribió Imagine, hace un poco más de tiempo, Martin Luther King pronunció
el célebre “I have a dream” y así podemos procurar recordar tantas personas que
imaginaron algo que no pasaba pero creyeron, a pesar de todo, que era posible.
Imaginar es crear, aunque sean ideas. Tal vez, sólo tal vez, eso pueda hacer
que se transformen en acciones que, quizás, puedan hacer que eso que imaginamos
sea algo que se transforme en realidad.
Viajar nos puede
incentivar la imaginación sin más. Pero también, eso seguro, nos puede aportar
herramientas para hacer las acciones que somos capaces de imaginar; nos puede, también, ayudar a ver en perspectiva las
posibilidades e imposibilidades de lo que imaginamos y, sobre todo, nos puede
permitir los encuentros vitales que hacen que lo que imaginamos lo queramos
hacer realidad.
Por eso, celebro a los que viajan. Ojala sea una forma de hacer que lo que siempre imaginaron sea una próxima realidad.
Por eso, celebro a los que viajan. Ojala sea una forma de hacer que lo que siempre imaginaron sea una próxima realidad.