El 04 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Salud
Sexual con el lema: el bienestar de la sexualidad. Día que invita,
esencialmente, a reconocer y validar los derechos sexuales de las personas y
contribuir a lo necesario para tener salud sexual y disfrutarla. Para que esta
se consiga es axial trabajar en cuatro áreas: 1] educativa: que tanto a nivel
formal como no formal estimulemos, promovamos y nos comprometamos con una
educación sexual integral que estimule, por ejemplo, el poder adquirir
conocimientos, fomentar valores y estimular comportamientos saludables relacionados
con la sexualidad; siempre partiendo del aprecio y respeto por el propio cuerpo
y de promover la expresión de sentimientos como parte de los derechos. 2] Interpersonal:
para favorecer que las personas puedan desarrollar y mantener relaciones significativas
durante toda la vida; así, que puedan participar en relaciones sexuales
consensuales, libres de explotación, honestas, agradables y protegidas; lo que
implica que puedan comportamientos sexuales que sean perjudiciales para sí
mismo y/u otras personas. 3] Social: que como grupo social podamos generar
condiciones para que toda persona pueda afirmar su propia orientación sexual,
identidad y expresión de género y defendamos el respeto a las orientaciones
sexuales, identidad y expresión de otros géneros, lo que implica rechazar los
estereotipos sobre la sexualidad de diferentes poblaciones y, más importante,
demostrar respeto por personas con diferentes valores sexuales. 4] Sanitario: garantizar
que se pueda consultar libremente sobre la salud sexual en los centros de
atención de la salud.
El bienestar de la sexualidad contribuye al desarrollo de las
personas y, por consiguiente, para que una comunidad sea más saludable. La
salud sexual, por ello, es un derecho que tenemos. Lo exijamos, nos lo
merecemos.
Artículo publicado en La Gaceta 4/9/2014