Me gusta besar. Encuentro un gesto tan maravilloso. Un gesto
que alberga una simplicidad a la que aspiramos tantas veces. Un gesto al
alcance de todo el mundo y que tiene una elocuencia que parece muy difusa
(besamos por muchas razones diferentes, en distintos lugares –como espacios- y
en distintas partes del otro), sin embargo, es muy claro lo que se trasmite, lo
que surge de ese gesto en el instante que se está realizando, por más que luego
no lo reconozcamos.
Siempre pensé que besamos menos de lo necesario. Que no nos
permitimos tanto el placer que contiene esos movimientos de labios (en
ocasiones, también de nuestra lengua). Besamos y con ello trasmitimos cariño,
ofrecemos disponibilidad, encendemos el deseo, permitimos el placer, acordamos
confianza, creamos erotismo, nos dejamos invadir por el sentir, simulamos el
infinito, traducimos en gesto mil palabras, nos abandonamos a la tentación, nos
autorizamos la ingenuidad, educamos a la entrega, somos educados al encuentro,
nos convocamos a más, nos traicionamos un poco, cedemos a la simplicidad, nos
abrazamos al futuro, nos recordamos de lo pasado, nos permitimos la desnudez de
nuestra alma, nos guarecemos frente a lo desconocido, nos limitamos en los
sentires, nos sumergimos en los sentimientos. Un poco de cada cosa, un poco
mucho de cada, un poco nada de cada cosa.
Si, el beso es la opción que nos ofrece nuestro cuerpo para
en un movimiento de músculos y mucosas sintetizar milenios de evolución y de
porvenir, aunque sean besos de un momento únicamente.
Siempre imagino que los besos dados son lujos de los
sentires permitidos, que los besos no dados son un deseo no concretado, pero no
necesariamente perdido, que los besos añorados son promesas de futuro, que los
besos gozados –sea por placer, sea por cariño, sea por sentimientos- son
epopeyas que no se pueden contar pero que tienen la potencialidad del infinito.
Por eso besa como si la vida se fuera en eso, como si al
hacerlo sintieses que vives más. Besa para encontrar, besa para buscar, besa
para ser, besa para vivir.