La gente confunde franqueza con decir la verdad.
Emitir opiniones sin filtro, una franqueza brutal no es ser sincero en sí mismo,
aunque muchas veces uno lo sea. Es fijar posiciones, es construir murallas y
establecer los límites. Curiosamente no va al encuentro del otro, sino
establece los lugares que se pueden ir y aquellos a los que no. A ver, es
buenísimo ser francos. Ser directos. No dar muchas vueltas. Ojalá todos podríamos
hacer eso y al hacerlo, estoy seguro, que la práctica continua seguro que
produciría el efecto necesario de fortalecer el espíritu y la mente para no dar
por la crítica más de lo que la crítica vale.
A eso no me opondría nunca. Conviene abrir la boca
para decir las cosas directamente que hacer silencios y grandes vueltas para no
decir nada. Sin embargo, la comunicación es siempre con el otro, no con un
espejo. No con un público que debe escuchar al orador. El otro, como uno,
siente, cree, ve, percibe, analiza, canaliza, inhibe, acepta, rechaza lo que le
viene en suerte como puede. ¿Debemos tenerlo en cuenta para ser francos? O,
básicamente, ser francos, ¿es lo mejor que nos conviene y lo mejor que podemos
ofrecer?
Una aclaración pertinente, lo contrario de “ser
francos” no es “mentir”. Mentir es una operación específica del raciocinio. Es
abrir la boca para decir lo que no es con la intención de producir un efecto en
la conversación. La mentira es intencional y tiene valor porque afecta la
conversación para llevarla a un lado u el otro. Es más podemos ser francos y
decir mentiras que todavía no sabemos que lo son.
Es decir, la franqueza es una virtud, sin dudas que
surge de comunicar de manera directa y simple lo que una situación nos produce,
nos estimula, nos genera. Decir nuestra opinión con la convicción que es una
opinión y, por lo tanto, saber que podemos equivocarnos. En esta realidad
completa y total está la esencia de una forma de ver al otro, que está presente
para intercambiar, para escuchar, para responder y, con suerte, para que así
podamos construir nuevas formas de ver el universo que nos toca en suerte.