Saborear
significa, según el diccionario, “percibir detenidamente y con deleite el sabor de
lo que se come o se bebe”. Es, además, una de las metáforas más intensas que
podemos utilizar para el encuentro sexual con el otro.
Debo, antes que nada hacer unas aclaraciones. La
primera es que una metáfora es una imagen que nos permite, imaginación
mediante, sumergirnos en sentidos a los que le agregamos un valor personal. Eso
significa que no es una ley, ni una norma, ni una sugerencia. La segunda es que
digo intensa porque implica un compromiso con los sentidos. Recordemos, por
ello, que todos tenemos sentidos pero que su uso, umbral de percepción,
educación y capacidad de uso es diversa. En tercer lugar, aclaro que al hablar
de encuentro sexual con el otro estamos delimitando a esos encuentros donde el
deseo, la búsqueda del placer y la intención de procurarlo están presentes como
espacio y brújula, lo que conlleva una clara sensación de intimidad.
En ese contexto, el “saborear al otro” es algo
realmente mágico, potente y único. Pero no siempre podemos hacerlo. Hace falta
no sólo tiempo y lugar, sino mucho más. Necesita condiciones que exceden lo que
podemos preparar, lo que podemos planificar. Curiosamente nos excede y excede
al otro. No tiene que ver con el amor, pero amando se saborea aún mejor. No
prueba el amor, porque se puede amar sin saborear jamás. NO implica conocer al
otro pero al conocerlo se saborea con una certeza más completa. Saborear al
otro nos lleva a conocer no mucho más que el universo finito del encuentro infinito
que lo alberga. Para saborear al otro el pudor se desvanece sin dejar, por ello
de reconocer el pudor del otro. El saborear al otro lleva implícito los límites
de un territorio que nos invita, nos rodea, nos acoge y nos sorprende
Digamos, también, que nunca se repite, valga
decirlo y al mismo tiempo, una vez hecho, procuramos repetirlo. Saborear al
otro es, por ello y más, sin lugar a duda esa maravillosa conjunción de
opuestos es donde radica la esencia sustancial del erotismo como cualidad y
calidad humana.