El 4 de
septiembre se celebra el día de la salud sexual. En este año el lema es “La
salud sexual y los derechos sexuales son fundamentales para el bienestar”. Cada
año, desde el 2010 se busca, con este día, reafirmar la necesidad que la
salud sexual sea considerada como un elemento axial para las personas y que
forme parte de las políticas sanitarias, educativas y sociales. Como ya
reivindique en otras cartas esto implica comprender que la sexualidad es mucho
más que lo genital y atraviesa a toda la persona. Por ello se insiste con
acciones concretas que deben realizarse en pos de obtener lo que básicamente
queremos todos: el bienestar de las personas, optimizando su calidad de vida,
promoviendo la salud y generando los espacios necesarios para poder responder a
inquietudes, problemas y dificultades. La salud sexual es, así, uno de los desafíos
más trascendentales que tenemos en nuestra sociedad. Concretamente hay tres
puntos que se han puesto en relieve en los debates que nuestra sociedad
desarrolló en los últimos tiempos. 1] la necesidad de la educación sexual
integral como una de las garantías que tenemos para con el futuro. Que la
educación sexual integral se desarrolle de la mejor manera y de un modo real,
consistente y de acuerdo a los principios de la ley vigente en todo el país, la
26150; 2] la urgencia de desarrollar aún más las consejerías en salud sexual o
de promover que estas consultas encuentren respuestas, orientativas y/o activas
para promover calidad de vida (ley 25673) y 3] Potenciar las políticas
sociales que buscan evitar la
discriminación, favorecer la inclusión y luchar sin cuartel contra todo tipo de
violencia.
La salud
sexual es un derecho de las personas, consagrado por tratados internacionales
y, también, indirectamente, por la Constitución que busca “promover el
bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad”. Por ello,
sostenemos que pensar en la salud sexual como esencial para el bienestar es más
que un slogan, es una forma de considerarse uno mismo, de considerar a los
demás y, en consecuencia, exigir como habitantes de este bendito suelo que las
leyes vigentes 26150 (ESI) y 25673 (Salud Sexual y Procreación Responsable)
se cumplan sin demoras. Somos tucumanos y, por ello, argentinos y argentinas,
tenemos que tener el mismo derecho que tienen otros ciudadanos donde esas leyes
se cumplen sin dilación.
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