Hoy no quiero hablar de tetas. Sería una estupidez eso. Porque lo que
estuvo y está en juego no son las tetas sino la libertad, la autonomía, la
asertividad, la justicia, en definitiva los elementos centrales de toda la humanidad.
A ver si me explico. Lo que nos interesa y surge como cuestión elemental y
central en el llamado “tetazo” es que las personas tienen derechos que no
siempre son reconocidos porque las leyes, a veces, son retrogradas o no siguen
el ritmo adecuado de la vida. Que las leyes no contemplan ciertas situaciones
porque los que las dictan no piensan tanto como deberían (aunque, aceptemos, no
es un requisito "sine qua non" para ser legislador el pensar) o porque los
códigos de convivencia son rígidos en su forma y los que los aplican, en
ocasiones, hacen gala de ser estúpidamente rígidos en su percepciones y, por
consiguiente, en el mal uso del poder.
Hacer toples, el mostrar las tetas es una decisión de quien las
tiene. Pero no seamos cortos de vista. Estamos hablando de tener derecho a
decidir por su cuerpo que es mucho más que mujeres que quieren mostrar las
tetas o gritar consignas. Eso es una lucha que la humanidad no renunció jamás
desde que existe, desde que comprendió que hay una libertad que aún debemos
conseguir, que hay un derecho que aun debemos logar que se universalice, que hay
una situación que no es equitativa, que hay injusticias que aún deben ser
corregidas.
Ver en esta manifestación solo las tetas y sus consignas para luego
reducir todo a discutir “el estar de acuerdo o no” con esta o aquella es ser, en lo mínimo un poquito corto de mente pero
sobre todo no entender la cuestión central. Es como pensar que un paro es
porque la gente no quiere trabajar. No seamos miopes civiles en la necesidad de
los derechos que existen y de los que faltan. Demostremos que estamos avanzando
como humanidad.
Así que cuando pase esta marcha, otras quizás la reemplace porque el
fondo de la cuestión es de una actualidad permanente y axial para nuestra
sociedad: hay una libertad que aún necesita desarrollarse, protegerse y
exigirse.
Soy partidario, como ya lo dije en otras oportunidades que para conseguir
ello hay una medida urgente a tomar tanto en presente y, sobre todo, cara al
futuro: educación sexual integral. No hay otra respuesta para que el futuro sea
mejor. Pero en este presente…también nuevas leyes, nuevas percepciones y nuevas
libertades y la acción para ella es también una urgencia.
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