El ser humano “secreta” pudor. Una de las condiciones de nuestra
especie. Tenemos una noción de ello, generalmente. Algunos y algunas pasan de
ella, es verdad. El diccionario español define a éste como Honestidad,
modestia, recato. Pero el diccionario, si incursionamos en él en este caso no
nos habla mucho de esa noción que tiene que ver con lo sexual, según lo que
todos y todas vamos entendiendo cuando afirmamos: tiene pudor. La palabra honesta y recato empujan para una
noción moral.
Veamos el pudor como una clave de nuestra sexualidad. El pudor es
necesario. Juguemos más fuerte: digamos que es esencial, fundamental,
imprescindible. Es más afirmemos sin temor que una buena educación sexual
integral debe apuntalar, desarrollar y potenciar el pudor de las personas.

Si, tomemos el pudor como una elección que nos permita, en cada
momento, hacer que la felicidad, el placer y el encuentro sean el motor de
nuestra vida. Esto es, en lo personal, un propósito. En educación, ojalá que sea un objetivo.