jueves, febrero 23, 2023

Alfabetización erótica

Cuando nos referimos a vivencias, de cualquier tipo, pero aún más a nivel de la sexualidad, hay frases o ideas de otros que logran condensar, en pocas palabras, el sentido más próximo de lo que sentimos, además, algunos lo hacen con frases más hermosas que las propias. Cuando nos referimos al erotismo, encuentro que el escritor Octavio Paz sintetiza un universo que uno siente como esencial. Dice el autor mexicano: “el erotismo nos revela otro mundo, dentro de este mundo. Los sentidos se convierten en servidores de nuestra imaginación, dejándonos ver lo invisible y escuchar lo inaudible”.

Digo que este enunciado sintetiza mi noción de erotismo porque exhibe una amplitud de la idea
para poder disfrutarla de diferentes formas y, al mismo tiempo, una suerte de norte para poder desarrollar esta cualidad humana. Porque el erotismo al ser algo humano no sólo se ejercita, se lo busca, se lo puede desarrollar, o sea se puede aprender. Para ello hay que ampliar la mirada, educar los sentidos y, como condición esencial, favorecer la comunicación. Parece un plan de trabajo, podríamos decir.

Pero, volvamos un punto, siendo más específicos en la definición. Para ello, consultamos el diccionario, para quien el erotismo tiene dos acepciones y ambas tienen que ver directamente con sentir e, indirectamente, con encuentro o, por lo menos con otra persona. Dice el diccionario que erotismo es 1. Lo que excita el placer sexual, y 2. m. Cualidad de ciertos hechos y situaciones que estimulan la sensualidad.

Si buscamos una definición de la práctica clínica, es menester recurrir a Esther Perel, reconocida terapeuta quien nos dice que “los animales tienen sexo; el erotismo es exclusivamente humano: es la sexualidad transformada por la imaginación. De hecho, el acto sexual no es necesario para tener una experiencia erótica integral, aunque el sexo frecuentemente se insinúa, es simplemente imaginado. El erotismo surge del cultivo de la excitación: es la búsqueda intencionada de placer…el erotismo nos muestra otro mundo dentro de este mundo. Los sentimientos se convierten en sirvientes de la imaginación y nos permiten ver lo invisible y oír lo inaudible.”

Ahora bien, por más que todos los seres humanos sean, intrínsecamente seres eróticos, no todos lo saben expresar, cultivar y aplicar. Es decir, que, se puede decir que algunas personas, todavía no han sido alfabetizadas en este arte humano para la sensualidad. Esto, trae como consecuencia que algunas parejas no puedan disfrutar tu parte erótica por no saber cómo hacerlo.

Entre quienes trabajan en este tema sugieren una mini guía a pensar para abocarnos al erotismo. La misma plantea que debemos, en primer lugar, escuchar más a la otra persona. Aquí va la primera sutileza: no es oír sino escuchar, no son sólo las palabras, sino también los gestos y otros sentidos. En definitiva, se trata de aumentar la percepción frente a los estímulos y, aunque parezca obvio, lo remarcan, para conseguirlo es importante estar presente. Porque el erotismo precisa espacio-tiempo en intimidad. No como un lugar cerrado, sino como ese instante que con el otro se genera una vivencia de cercanía protegida. El erotismo crece mejor cuando uno se siente, de alguna forma, protegido.

Cuando esa intimidad se puede conseguir es donde aparece una de las cuestiones más importantes: comprender que la erotización es un camino que debemos recorrer con tres elementos claves: el primero, es obvio, el consentimiento porque sin él no hay nunca erotismo, hay algún tipo de abuso. Lo segundo, el erotismo no puede obviar la protección, tanto a nivel corporal (evitar los embarazos no deseados y las ITS, por ejemplo) como también la salud mental (evitar lo tóxico, la violencia, lo que hace daño); lo tercero es comprender que para aumentar el erotismo es bueno permitírselo, es decir ampliar nuestras experiencias. Remarco, nunca haciendo lo que no queremos, no deseamos o no nos gusta.

El erotismo, en definitiva, es una de las tantas posibilidades que tenemos de hacer que nuestro autoconocimiento, se una a nuestro deseo, para que el encuentro con alguien sea capaz de enriquecernos. Humanamente, creo, es una promesa cierta por el bienestar.

sábado, febrero 18, 2023

Carnaval

 El carnaval llega. Con ello llega el color, la música y esa sensación que todos los límites se pueden acomodar de otra forma. Porque pocas festividades asocian de tal manera lo lúdico con todas las edades. Así se une sin problemas la diversión, con lo sensual; lo colorido con lo pasional, lo intenso con lo superficial, lo circunstancial con la vivencia y la fiesta con con la risa y la presencia.

El carnaval fie concebido como un espacio donde uno puede ser uno más, al mismo tiempo de permitirse, si uno se autoriza, a ser otro por un momento tan breve como necesario; efectivamente, vivir el carnaval, siempre debe ser una elección, pero es, luego de la misma, un espacio personal para esa diversión que, por salud, muchas veces necesitamos.

El origen de la fiesta no es preciso, pero si se asocia fuertemente con la época de febrero y con las festividades católicas. Es más, siempre termina el martes antes de lo que se conoce como miércoles de ceniza. Aunque, valga decirlo, algunos sitúan su origen en festividades anteriores, ya sea de los imperios romanos o egipcios. Más allá de su origen, sobresalen como distintivos el color con gran luminosidad, la música con mucho ritmo, el baile con decidida intensidad, las risas con la sensación de libertad, los disfraces con todo el juego que podamos autorizarnos y, valga repetirlo y subrayarlo, la convicción de comprender que la edad no limita vivir esa festividad. Es más, lo lógico es pensar que los años podrían y deberían facilitar la diversión.

Hay una generación, a la cual pertenezco, que también recuerda al carnaval por el uso de agua y de espumas, pero siempre con bailes. En definitiva, el carnaval está asociado a una felicidad efímera, claramente, pero, sincera, dedicada y compartida. Es decir, uno carnavalea porque cree que divertirse es saludable y necesario. Comprendiendo que el carnaval es válido si uno se dedica, sea porque se disfraza con intención de hacerlo o que uno en la fiesta decide liberarse un poco para que la diversión fluya. Finalmente hay carnaval porque hay gente que participa con la misma convicción que uno puede tener. Porque el carnaval es una fiesta que moviliza y facilita que la sensación de alegría surja con cierta intensidad.

Pues, sin pretender ser una guía hacia la felicidad es, por lo menos, indicaciones concretas para buscarla, vivirla y hacerla más constante: la felicidad solo aparece cuando somos sinceros con nosotros mismos y somos capaces de actuar en consecuencia, como también cuando frente a lo que creemos actuamos con la mayor convicción que nos permitimos y que vamos descubriendo. Finalmente, está la verdad de Perogrullo que tenemos: la alegría se reproduce mejor cuando la compartimos.

Así que en este carnaval seamos esos adultos que comprendemos, asumimos y decidimos que lo lúdico es esencial para vivir y que nos hace crecer, porque la risa y la música nos energiza y sólo al compartirla con los demás podemos generar las vivencias que nos permiten ser mejores siempre.. 

domingo, febrero 12, 2023

San Valentín



Este martes 14 se celebra San Valentín, una fiesta que ha tomado auge en nuestro país hace unos años y que habla, concretamente, del amor de pareja, y que, dado que hemos madurado bastante como sociedad, eso incluye expresamente lo sexual como una forma consistente, necesaria, dinámica y deseada de manifestar el amor en la pareja. Es más, el San Valentín actualmente no pide que haya amor, pero si alguna intención de intimidad, se puede decir, a partir de las costumbres vigentes. Pero nos concentremos hoy en la idea original que el amor esté presente.

Sobre esto, aún persisten dos verdades que hacen que lo idílico toque la realidad con fuerza: el amor no es mágico, sino que se concretiza en actos y eso implica disponibilidad y dedicación de mínima. Lo segundo es que en el amor también se presentan problemas y que algunos de ellos nos pueden afectar bastante. Pero se persiste en el amor y, por lo tanto, en su búsqueda, porque hay una convicción general que el amor es una riqueza que no sólo vale la pena, sino que nos ayuda a crecer.

Esto sigue siendo verdad, a pesar que no siempre se ve eso. Mi hipótesis es porque muchas veces confundimos al amor con otras cosas. Desde las más banales hasta otros tipos de sentimientos que hasta pueden ser más profundos y ser algún tipo de amor, pero que no es el que estamos hablando, el amor de pareja.


Definiciones de amor hay muchas y los poetas se han encargado que sean hermosas y elocuentes, fáciles de entender y muy compartidas. Por mi parte lo quiero pensar como la capacidad humana de propiciar el encuentro entre dos personas que se valorizan a sí mismo suficiente y saludablemente, para poder intentar generar espacios y momentos con otra persona para que lo compartido genere un balance positivo de plenitud y satisfacción y sea, también, un soporte posible frente a los inconvenientes que la vida va planteando. Adecuándolo a los tiempos en que las canciones dicen cosas axiales sobre el amor y simplificando muchísimo, sería una persona que es capaz de “comprarse flores” pero que se permite que otra persona lo pueda hacer y disfruta eso de manera saludable.  

Pero, recordemos, el amor existe porque se da y se recibe. Aunque parezca utilitario es una operación deseable; Porque no se basa en nada material, sino en aquellas cosas que existen por ser uno mismo. No se ama por dar una casa –aunque es verdad lo que decía el dicho que “casados” casa quieren- sino porque logran construir un espacio compartido. Es decir, el amor es aquella fuerza que nos impulsa al encuentro con quien amamos y que cataliza virtudes para potenciarque y genera que los defectos no se minimicen, pero se pueda mejorarlos Lo que digo que el amor tiene que ver con la calidad de las relaciones que uno desarrolla y que las personas concernientes potencian el valor que tenemos en sí mismo. El amor no es grande por lo que doy, sino que también se debe evaluar por como lo recibimos. Tanto el mío como el del otro. Por eso a veces, cuando el amor no es correspondido, no se establece el diálogo y por lo tanto el amor es una ficción que nos contamos que hasta puede ser mediática pero no logra ser lo que nos merecemos.

Dentro de esto, y San Valentin de por medio, en el amor de pareja es imprescindible el erotismo como vivencia y esto implica procurar estimularlo. Esther Perel, una especialista en terapia de parejas, define al erotismo como: “el arte y la práctica de cultivar el placer por sí mismo. No es el sexo per se, sino las cualidades de vitalidad, curiosidad y espontaneidad las que nos hacen sentir vivos”. Se trataría, entonces, de devolver la aventura, el juego y la creatividad a nuestras vidas. Pero, no sólo por pensarlo en presente, sino también como una buena “vacuna”, porque cuando los tiempos son difíciles, el erotismo nos mantiene conectados con nuestro sentido de humanidad, esperanza y alegría a pesar de todas las adversidades.

Así que este San Valentin que quienes tienen pareja renueven el entusiasmo del encuentro, la intención del deleite, la búsqueda del placer y la convicción de la compañía. Los que no, renueven la convicción que en el amor hacerlo con alguien sabe siempre más rico.

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