viernes, julio 20, 2018

Emojis y felicidades

Hoy se celebra el día del amigo. Esos días que uno se permite la excusa de reunirse con gente que, generalmente, se reúne muchas veces. Sólo que este día uno se justifica un poco más porque es, justamente, el día del amigo. Pero lo sabemos, la distancia, en ocasiones, y las circunstancias en otros casos, nos impide estar cerca de esos amigos que lo sentimos como eso. Así que, muchas veces, nos arreglamos con quienes tenemos relaciones amistosas, que parece lo mismo pero no lo es. Pero aún en esos casos, hoy whatsApp y las redes sociales han posibilitado que la amistad sea una suerte de evento global donde recibimos una vez por año saludos de alguien que vemos una vez cada cierto tiempo, determinado por las circunstancias. Es verdad, con algunos nos gustaría tener más contactos pero con otros, ni siquiera eso pero con muchos de ellos, no haríamos un esfuerzo para tal.
En esos mensajes edulcorados, repetidos y cansinos, ahora se cuelan los emojis (y parió la abuela, dirían los dichos anticuados). Los emojis que, valga decirlo, te resuelven el silencio de la mente, la incapacidad de los gestos, la limitación del lenguaje. Los uso, en ocasiones, lo reconozco. Pero, a pesar de eso, no quita que hay varios que detesto de un modo certero. De entrada, puedo decir que los emojis repetidos me joden, sobre todo los que se envian en salva en los grupos. Obvio no es lo mismo si tenes menos de 12 años. O sea en la niñez y un poquitito más me gustan. Hasta en una relación más íntima hasta pueden ser simpáticos, pero sólo cuando no reemplacen el resto de la comunicación. Uno sabe que a ciertas personas le perdonas ciertos exabruptos. Porque los "emojis", son cosas que le permitis a ciertas personas, eso es verdad también.
De los emojis hay varios que considero aún mas detestables, en individual y en repetido (casi todos). Por ejemplo: los "aplausos" (los encuentro teñidos de hipocresia) y los "músculos" (estereotipo masculino repudiable de la fuerza) son repelentes. Sorry, pero debía decirlo, aunque sólo sea para sentirme bien conmigo mismo. Corazones de color es una de las formas de producirme disgusto, aún peor si son varios y se agrandan. Ni hablar de caritas con los ojitos de corazón, me parece una pequeña abominación de la incapacidad emocional. Son, personalmente, un poquitito vomitivos.

Pero, en días como este, aparecen con una lógica que uno debe aceptar con cierta comodidad. Como diciendo, hay que pasar el día. El día del amigo, ese invento que hicieron para permitirse disfrutar algo. Así que este día aceptemos un poco más los mensajes repetidos y los emojis (aunque bien podrían evitarse). Tal vez porque me parece que sigue siendo esencial y verdadero que amigos y amigas todos deberíamos tener. Tal vez por ello, vale todo. Así que si, felicidades por el día del amigo para todos, como un símbolo de humanidad. Para mis amigos y amigas ojalá que cualquier día del año, el que se les ocurra, sean capaces siempre de contar conmigo para el reír, el llorar, el sentir, el disfrutar y el vivir. Al final para eso son los amigos, para pensar que no estamos solos y que eso no hay forma de sintetizarlo en un emoji, pero si en los gestos cotidianos que tenemos por ellos, con ellos y para ellos.

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