viernes, septiembre 03, 2021

Día de la salud sexual

 

El 4 de septiembre se celebra el día de la salud sexual. Este día se instauró desde el 2010 con el fin de reafirmar la necesidad que la salud sexual sea considerada como un elemento axial para las personas y que forme parte de las políticas sanitarias, educativas y sociales. Cada año se renueva el logo y el slogan que orienta este día, adecuándolo a mensajes que potencien la salud sexual en todos los niveles. Este año, por todo lo vivido por la pandemia el slogan del día de la salud sexual es: “Turn it on (Enciéndelo): la salud sexual en el mundo digital”.


El slogan de este año busca tomar conciencia del lugar que tomaron el mundo digital en nuestra realidad. Así, la Asociación mundial para la salud sexual nos dice que este día “
es un llamado a la acción para cuestionarnos y reflexionar de los riesgos y las oportunidades que nos ofrece el mundo digital y cómo estos maximizan o amenazan la salud y derechos sexuales”.

Para pensar en esto, como ya reivindiqué en otras columnas, debemos comprender que la sexualidad es mucho más que lo genital y que atraviesa a toda la persona. Por ello se insiste con acciones concretas que deben realizarse en pos de obtener lo que básicamente queremos todos: el bienestar de las personas, optimizando su calidad de vida, promoviendo la salud y generando los espacios necesarios para poder responder a inquietudes, problemas y dificultades.

De un lado está claro que debemos combatir aquello que es un delito vía digital relacionado con la sexualidad. El mal uso del sexting y, sobre todo el grooming. Cuando hablamos de sexting, hacemos referencia a la práctica de difusión mediante mensajería instantánea de fotografías o videos de contenido sexual producidos por el emisor. Remarcamos el valor del consentimiento como central para la vida sexual placentera y enriquecedora. El grooming, por su parte, es un delito. Es una de las formas de violencia y abuso que aparecieron con el mundo digital.  Es, concretamente, “la acción deliberada de un adulto, varón o mujer, de acosar sexualmente a una niña, niño o adolescente a través de un medio digital que permita la interacción entre dos o más personas, como por ejemplo redes sociales, correo electrónico, mensajes de texto, sitios de chat o juegos en línea”.

Por eso debemos insistir en la salud sexual como una necesidad, un derecho, una urgencia, ya que es uno de los desafíos más trascendentales que tenemos en nuestra sociedad.

Concretamente hay tres puntos que sugiero como imprescindibles para combatir lo que afecta la salud sexual y, sobre todo, para poder hacer que la misma se desarrolle positivamente:

1] la necesidad de la educación sexual integral como una de las garantías que tenemos para con el futuro. Que la educación sexual integral se desarrolle de la mejor manera y de un modo real, consistente y de acuerdo a los principios de la ley vigente en todo el país, la 26150;

2] la urgencia de desarrollar aún más las consejerías en salud sexual o de promover que estas consultas encuentren respuestas, orientativas y/o activas para promover calidad de vida (ley 25673) y

3] Potenciar las políticas sociales que buscan evitar la discriminación, favorecer la inclusión y luchar sin cuartel contra todo tipo de violencia, que incluyen las que surgen del mundo digital.

Creo, firmemente, que la salud sexual es un derecho de las personas, consagrado por tratados internacionales y, también, indirectamente, por la Constitución que busca “promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad”. Por ello, sostenemos que pensar en la salud sexual como esencial para el bienestar es más que un slogan, es una forma de considerarse uno mismo, de considerar a los demás y, en consecuencia, exigir como habitantes de este bendito suelo que el futuro sea presente.

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