Esta semana pasó el 6/9 que fue elegido como el día internacional del sexo oral, por razones, digamos, obvias. En estas épocas, todos sabemos que hay días para todos, como una de las formas de señalar la importancia que tiene lo celebrado para la vida humana porque, en definitiva, por eso se anotan estos días “especiales”. No es para circunscribir las cosas a un día, en este caso, el placer, sino para recordar lo importante que puede ser como parte de las actividades sexuales consentidas que un ser humano deseante puede realizar para el bienestar
compartido.
Quisiera
señalar dos cosas sobre el sexo oral. La primera es que, si bien se usa la
boca, obviamente, no es para priorizar la palabra, sino la acción. Lo segundo,
que es una de las actividades lúdicas del sexo que siempre incluye a otra
persona, es decir que se comparte. Esto me lleva a un punto importante: el sexo
oral puede ser visto como una comunicación, lo que implica varios elementos.
Señalemos que, a diferencia de la información, la comunicación tiene
condiciones específicas que la definen.
La
primera condición es que es interrelacional. Funciona con otro que participa
del instante comunicativo. Como sabemos –o deberíamos reconocerlo sin problemas-,
el hecho interrelacional es un encuentro con alguien con la intención que ese
proceso comunicativo sea positivo. Así, la comunicación se da porque dos
personas participan activamente en ese momento. Que el otro participe implica
una decisión relacionada con saber cómo queremos que participe y también que
lugar le vamos a dar para la participación. Esta obviedad conlleva que, por más
que haya monólogos que digan tanto, la comunicación se orienta más al diálogo,
lo que incluye el decir y el escuchar. Tan obvio, como olvidado muchas veces.
Pero volvamos a lo que nos interesa, la comunicación, la cual es compleja, que puede hacerse simple o complicada. Esa comunicación tiene puntos específicos que son los que la potencian. Partiendo que el sexo oral es una forma de comunicarse, podrían pensarlo a partir de los tips necesarios para una buena comunicación. Veámoslos:
1. Mirar a la persona
que está hablando, es decir quien participa del encuentro es importante en ese
momento, ocúpate de buscar la mirada en medio de la acción.
2. Hacer preguntas. Mostrar
interés capta interés. Para eso recordemos que la otra persona sabe más de sus
propias sensaciones que tú, así que escuchar sus indicaciones te ayudará a
hacerlo mejor.
3. No interrumpas;
reconoce el momento adecuado para intervenir, lo que está asociado con aprender
el ritmo que el otro, quien lo recibe, necesita para disfrutar mejor.
4. Dado lo anterior,
recuerda no cambiar el tema de improviso, traducido en nuestra analogía, busca
el ritmo adecuado y mantenlo.
5. Muestra empatía por
la persona que habla. Estar atento a lo que el otro percibe es esencial, más
cuando se ofrece algo.
6. No controles la
conversación. Permite la retroalimentación y diversidad de opiniones.
Básicamente es el mandato esencial en toda relación: aprende de lo que está
pasando.
7. Comunica tus
emociones y opiniones: el placer se vive mejor cuando se expresa y eso se hace
aún mejor cuando somos capaces de poder hablar con la mayor libertad posible.
7- “Escucha” al cuerpo, es decir prestar atención al otro. Eso ayuda a encontrar el ritmo adecuado. Finalmente, lo más importante que tantas veces olvidamos:
8. Evita el daño. Una
actitud que debería ser permanente, en cualquier comunicación. Pero
puntualmente señalemos dos daños a evitar en esta práctica que nos ocupamos hoy:
a)- el físico para eso tener en cuenta el uso del preservativo o del campo de
látex para practicarlo (lo que no saben lo que es porque aún no tuvieron
educación sexual integral, se resuelve fácilmente con la información precisa
que da el ministerio de salud sobre esta temática (www.msal.gov.ar ),
también es importante y recomendable
realizar consultas médicas para descartar enfermedades o infecciones presentes;
b)- Nos preocupemos en evitar el daño al resto de la persona, evitando
vulnerar los derechos, evitando toda violencia, coerció.
El sexo oral es una
práctica sexual y, como tal, sólo es válida cuando se la consiente. Sin
consentimiento es un crimen. Pero también señalemos otra obviedad, consentir es
el punto inicial de todo el placer. Cuando lo comprendemos, lo asumimos, nos
damos cuenta que toda práctica es mejor cuando la elegimos libremente, la
hacemos con deseo de participar, nos disponemos a escuchar a quien nos
acompaña, decidimos hacerla con la mayor dedicación que podamos en
ese momento y procuramos que nos genere placer. Al hacerlo, el bienestar
necesariamente se puede potenciar. Milenios de historias e infinitas pequeñas
historias lo avalan.
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