lunes, octubre 19, 2020

La realidad

 

La realidad es la que vivimos. Construida, como dicen los sociólogos, sin dudar que es así. Modificable, por lo tanto, lo suscribo, sin vacilar. Pero en el momento que pasa, en el aquí y ahora que nos toca, es la que hay. La que vemos, sentimos, vivimos, disfrutamos o sufrimos. Puede ser mejor o peor mañana, pero cuando la preocupación aparece es en hoy que existe, se impone y juega sus piezas. Al fin y al cabo, la promesa del mañana, depende del mañana y de lo que haya.

La realidad es lo que tenemos como momento actual. En esto, abris los ojos y ves a quien ves, aunque no sea quien deseas hacerlo. Tenes ganas de hablar con alguien y es quien te responde o a quien podes o, valga decirlo, a quien te permites llamar quien tiene la presencia. Por más que sea una otra persona a quien quieras decirle algo o escuchar un poco todo. Es, en medio de la noche, donde podes imaginar mejores sueños, pero cuando el insomnio está, lo que importa es a quien podes recurrir, no a quien desearías hacerlo. Esto no quita que puedas soñar y seguir aspirando, haciendo y procurando lo que deseas. Pero en el aquí y ahora, importa quien está y, sobre todo, quien puede estar. Si, reconozcamos que hay varias maneras de estar y eso vale la pena remarcar. No es la no-distancia física la que estamos hablando, es también la que permite la sensación de presencia. Algo que, cuesta mucho. Estar presente físicamente sólo necesita coincidir en el espacio, por más que sabemos, eso no es suficiente. Estar presente de otro modo, precisa otros sentires, otras formas, otras intenciones, otros estímulos y otras sensaciones. Pero, se comprende que se hace lo que se puede. Valga también, recordar que, si tuvimos la vivencia que responde a nuestro deseo, porque alguna vez la vivimos, nos puede permitir, hacer como un collage con las vivencias y armar algo un poco más real. De ese modo el deseo de quien no está puede ser más tangible. Pero, sólo es un paliativo. El deseo necesita presencia viva.

Es verdad, uno no recurre a todos los que pueden estar, porque, lo sabemos, no todos ni todas somos para toda situación. Pero, lo que cuenta, es el sentir que la disponibilidad concreta está.

Esto, podría ser leído como una recriminación. En ese caso, sólo certificaría una verdad elocuente: el plano de lo que deseamos, no es igual al plano donde construimos el deseo. El primero es ficticio aquí y ahora, el segundo, es el que permite, en ocasiones llegar al deseo. Porque es en piel, en intimidad, en estímulos, en sensaciones, donde el deseo real pasa. No sólo el sexual, por más que parezca el único al que me refiero.

Así que si, la realidad será lo que ustedes quieren, pero se vive aquí y ahora y con lo que hay, no lo que quizás haya en algún momento, a pesar mío y de mi deseo.


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