jueves, noviembre 16, 2023

Pequeños deseos por un día cualquiera

  

La vida es simple y debería venir con pocas indicaciones. Tal vez si me mirase hoy a mi otro yo –o a mi hijo- le diría algunas pocas cosas que hubiese sido bueno saber de antemano. Les diría que es necesario hacer el mayor esfuerzo de evitar el daño de uno y de los demás, y si se hace,  procurar repararlo. También señalaría expresamente que es una obligación, hasta moral, potenciar el placer al máximo posible, el de uno el de los demás. Hay que hacer lo posible para garantizar la intimidad siempre, como forma de estar y acompañar.

Por otro lado, creo que es posible comer peras, a pesar de la idea de “El Doctor”, aunque, valga decir, cortesía de por medio, que, tal vez, no mangos y, definitivamente, no caqui chocolate. Declaro que intentar la risa y hacer reír es casi una forma de imaginar un mundo mejor, porque el humor combinado entre dos personas tiene secretos que se hacen fuerzas. Pero el resto de lo que ese buen hombre dijo, lo comparto de pe a pa. Porque la ternura solo existe en nosotros y enjaularla debería ser un delito.

Hay que intentar bailar con ganas de decir aquí estoy y compartirlo con la intención de encontrarse y saborear cercanía placer y alegría. Creo que hay buscar el arte como forma de encontrarse, por eso, que la música, el teatro, la pintura y lo que sea esté presente como se puede. Por formas personales que siempre haya una carta escrita, como confesión, promesa y esperanza. Escribir es una obligación que nos debemos.

Es una obligación sublime que haya cafés, porque siempre hay una discusión que nos debemos, donde se construye un poco nada y se cobija entre aromas, reflexiones, delirios e intenciones.

Recordar con letras inmensas que siempre hay personas, alguien por lo menos, por quien todo vale la pena, cualquier sacrificio, enfrentar a no importa que monstruos, si hace falta, aun recorrer el desierto durante 40 dias, porque ellas son oasis, brújulas y esperanza.

Nunca, pero nunca, deben faltar ni besos ni caricias. Si hay Dios, estoy seguro que lo puso como mandamiento, aunque alguien después lo haya quitado bajo fiebre temporal. Como también, ese Dios que imagino, puso al sexo como la forma eficiente de encuentro, entrega, juego y hasta amor, por eso no debe ser Grial y si real

Seamos todo lo simple que nos podemos permitir, para poder hacer que esta complejidad sea llevadera. No nos obliguemos a compartir nada, pero nunca renunciemos a hacerlo porque al compartir desafiamos al universo y a la eternidad por crear momentos totales.

Nos animemos al camino, a la locura, a la paciencia, al reposo, a la mirada, al silencio, a la palabra, a los sentimientos, a las dudas, a las certezas, a los rituales prestados, al carnaval, a la aventura, a las rutinas, al circo, al pequeño ridículo que hace reír, al cariño, a la sonrisa cómplice y a la risa compartida, al ofrecer, al pedir, a la hamaca, al espejo, a la desnudez, al gusto diferente, a lo diverso, a ser normalitos, al ser únicos, a la amistad, a la gentileza, a la prudencia, a la valentía y a tanto más. En definitiva, nos animemos a ser todo lo humanos que tantos otros ya fueron.

Al final cuando lo de Machado se cumpla, sólo quedara si fui lo más fiel a “Mon panaché”.

17711/2023

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