viernes, diciembre 08, 2023

Un día importante

 

Hoy es 10 de diciembre de 2023. Lo pueden saber simplemente por ver la agenda. Pero hay fechas, esta es una, que resumen muchas ideas con mucha historia y, por lo tanto, son como altos en el camino para pensar y, sobre todo, energizarse o comprender el camino que debemos transitar. Hoy es el Día de los Derechos Humanos, también es la asunción de un nuevo presidente en nuestro país, para que el ciclo continúe y se conmemora 40 años de democracia ininterrumpida. Son razones para una pausa en el camino y respirar sintiendo esto como un hábito saludable y, así, pensar en el camino realizado y en el que viene.


Particularmente cuando pensamos en Derechos Humanos, muchas veces, lo pensamos en términos de la realidad que nos toca vivir. En muchos de los casos porque los hemos adquirido por diversas razones, pero, señalemos que, aun no son tan universales como deseamos. En muchos lados del mundo existen personas a las cuales sus Derechos Humanos son violados sistemáticamente. Donde se obliteran los caminos para acceder a ellos (también en nuestro propio país, aunque nos duela). O sea, que esos derechos son universales como deseo, pero, irregulares en las posibilidades de usufructuarlos. Dentro de esos Derechos Humanos hay varios y, obviamente, algunos nos pueden parecer más urgentes y necesarios (derecho a la vida y a la dignidad) pero todos son importantes y esenciales porque tienen que ver con nuestra propia naturaleza. Desde hace unos años se ha tomado conciencia que los Derechos Humanos, por la misma definición de humanidad, no puede dejar fuera del razonamiento a los Derechos sexuales. No respetarlos, defenderlos y generar posibilidades de su expresión limita nuestra humanidad.

Cuando enunciamos que hay derechos sexuales que forman parte de los Derechos Humanos, estamos
diciendo que existen derechos que se fundamentan en instrumentos internacionales y regionales sobre derechos humanos, en constituciones y leyes nacionales, en principios y estándares de derechos humanos, así como en el conocimiento científico relacionado con la sexualidad y con la salud sexual. Es decir, lejos de ser un capricho es inmanente a la condición humana, a la dignidad, a lo saludable y al porvenir.


Actualmente hay enunciados 16 derechos sexuales (se puede acceder a la lista fácilmente). Pero me quiero detener en algunos de ellos que en nuestro país son vitales porque, estoy persuadido (valga como homenaje) que pueden garantizar no sólo nuestra democracia, sino el avanzar hacia una sociedad más saludable. El primero de la lista es esencial: como seres humanos tenemos el derecho a la igualdad y a la no-discriminación. Sobre eso, ya podemos crear una sociedad más justa, equitativa, creativa y saludable, sin dudas. Podemos comprender que aún nos falta para llegar a eso, pero como casi todo, comprender el objetivo nos facilita el camino. El otro Derecho que quiero rescatar de los 16 –aunque, insisto en la obviedad: todos son importantes, vitales y necesarios- es el enunciado como en el quinto lugar: el derecho a una vida libre de todas las formas de violencia y de coerción. Nuestra sociedad ha avanzado con leyes para evitarlo, sin dudas. Quizás, en estos 40 años de democracia la gran deuda es la inequidad que aún persiste y, por ello, confiamos que se redoblen los esfuerzos para combatirla, porque por allí debemos andar. No por nada, nuestro preámbulo lo pone como condición sine qua non para ser país.

Como no puede ser de otro modo, porque creo en ella, pero, sobre todo, porque sé que es un camino cierto para lo que se pretende, es el derecho numerado como 10: El derecho a la educación y el derecho a la educación integral de la sexualidad. Hacer realidad eso es crear cimientos firmes, la verdadera piedra angular de lo que aspiramos un país, donde vivir sea exactamente, como esa utopía que soñaron muchos ancestros y que nosotros aun deseamos: un lugar de paz y felicidad.

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