lunes, noviembre 16, 2020

Pregunta de épocas de pandemia

¿Por qué debería privarme de una buena paella si mi pareja es alérgica a los mariscos? Si no me privo de ella y la como con gusto, ¿soy realmente una mala persona? Esta pregunta es la que empecé a hacerme frente a la cantidad de jóvenes que están en la calle sin distancia, ni protección o quienes van a fiestas “clandestinas” o, mejor llamarlas, “no publicitadas por los canales oficiales”, o simplemente reunirse como si nada a tomar una cerveza. A ver, veamos: una persona joven que sabe, a ciencia cierta, que si se infecta será, casi siempre, asintomática o como hecho terrible una “suerte de gripe fuerte”, ¿Por qué debe privarse de vivir su juventud?

La primera respuesta seria “el ser solidaria”. Pero no es un crimen no serlo o serlo de otro modo, aunque no nos guste la idea. Por ejemplo, quienes comparten la navidad en la plaza, no dejan de ser solidarios por no ir al Hospital de niños el día de la infancia. O sea, el ser solidarios es una opción genial. Pero no conocemos la historia detrás de los supuestos “no solidarios”.

Una segunda respuesta podría ser “porque tienen familiares cercanos” que si pueden ser un grupo de riesgo y podrían contagiarlos. Suena a una respuesta suficientemente intensa y concreta. Pero, al final, todos creemos que hacemos todos los cuidados, cuando estamos con esos familiares. Mientras no sea intencional el contagio, no estamos librados de ello y no podemos cargar con culpas a nadie.

Entonces, volvemos a la cuestión central: a pesar de todo, la argumentación no es válida, puesto que cada cual hace lo que quiere o puede en esta historia de la pandemia. Aunque parezca terrible, es un hecho humano, universal y atemporal que no todos ni todas se comportan como debiéramos siempre, sino cuanto se puede y oscilando entre el famoso y multi-usado “depende”.

Frente a ello, debí aprender a qué no me moleste tanto que la gente haga lo que no puedo o decido no hacer. No será la primera vez que alguien hace algo así, contrario a lo que creo, siento o pienso. Y, seguramente, yo alguna vez hice algo contrario a lo que “se esperaba” por un bien mayor. Al final, uno también forma parte de esa humanidad, tan caótica, paradojal, inconsciente y personal que podemos ver, en uno u otro caso.

Ahora bien, una vez establecido eso como una cuestión asociada a la “libertad” individual y a los derechos personales veamos otro punto. Una aclaración previa: si creo que hay momentos que una sociedad puede determinar comportamientos compulsorios para defender un bien superior. Así la imposición de una cuarentena estricta, en algún momento, como decisión gubernamental es lógica y atinada. Pero en eso ya no estamos, estamos en una libertad general o cuasi general y con el pedido que cada cual se cuide según corresponde, acorde al conocimiento científico disponible: distancia social, uso de tapaboca y lavado de manos.

Vamos al punto que quería subrayar y que, realmente me jode: es que la gente quiera justificar su comportamiento racional, libre, soberano y anti-protección con un falso y mediocre gesto de empatía. Porque lo hace cuando intenta justificarse de hacer lo que dice que no hay que hacer. Cómo para justificar su comportamiento. Esto me molesta un poco. Porque allí suelen mentir, lo que siempre es un poco peor para uno. En esos casos, el principio debería ser simple:  que cada cual haga lo que les salga, lo que crean mejor, lo que necesitan hacer. Compórtense como quieran, hagan la vida que desean. Cada cual sabe sus límites. (estoy excluyendo a los que no tienen opción de hacer otra cosa, por obligaciones, obviamente). Pero los que tienen opción y optan por hacer lo que iría en contra de las supuestas medidas sanitarias, simplemente porque no se sienten tocados por ellas, esas personas hagan, literalmente lo que les salga, pero, por favor, asuman su decisión y nunca jamás, lo cambien con discursitos sin valor. Tal vez así, seamos capaces de seguir construyendo una sociedad más sincera y que nos permita ver con más claridad cómo nos comportamos y, porque, ciertas cosas, sólo son utopías.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Entrada destacada

Deseos 2020

Este año es bisiesto. Como cada 4 años, dirán, pero esta vez lo noté. Un día más, un año diferente. Una ilusión de creer que lo excepcio...