martes, diciembre 15, 2020

Pequeña nota sobre el 2020

El 2020 habla mucho de cambios. Todo lo que se modificó lo justifica. Pero, aun aceptando eso, quisiera pensar que para lo que viene no sólo se debe esperar cambios, como sinónimo de lo mejor. Efectivamente, creo gran parte de lo sucedido también mostró que mucho de lo bueno que salió, fue de adentro de las personas. O sea, nos permitimos ser, y al hacerlo, esa parte de nosotros que estaba allí se mostró con mayor intensidad, claridad y constancia. Se mostró más cotidiano que nunca y eso es maravilloso. Habla que, para exponer nuestra capacidad de ser mejores, a veces, se puede ir por el camino corto, ese que va de nuestro ser a nuestro hacer. En esta idea, ¡Ojalá!, lo digo con énfasis, ojalá que el gran cambio que exista sea dejar de inhibirnos en ser un poco más lo que esta pandemia nos obligó. O sea, estar más dispuestos hacia la introspección positiva, hacia la intimidad compartida, hacia la solidaridad equitativa, hacia los pequeños gestos cotidianos que hacen el verdadero universo humano; en definitiva, abierto y dispuestos hacia a quienes sentimos cerca. Porque al hacerlo terminamos haciendo lo que puede salvar a la humanidad desde siempre: poner en el centro la verdad esencial, esa que tiene un valor incalculable y ningún precio: el otro es importante porque es el otro.

1 comentario:

Entrada destacada

Deseos 2020

Este año es bisiesto. Como cada 4 años, dirán, pero esta vez lo noté. Un día más, un año diferente. Una ilusión de creer que lo excepcio...